Enrique III |
Enrique III, había sido
elegido como rey de Polonia en 1573 a cambio del apoyo francés
contra Rusia y allí gobernaba bastante a disgusto , cuando murió su
hermano Carlos IX sin sucesión, en 1574. Enrique aprovechó para
marcharse de Polonia y presentarse en París para reclamar la
corona. Por cierto , que de Polonia el nuevo rey se trajo algunas
ideas novedosas como instalaciones sépticas, baño de agua caliente
y fría y el tenedor. Pero Enrique tenía un rival, el duque de
Guisa, un fanático católico que fundo la Santa Liga , para oponerse
a los derechos concedidos a los protestantes por el edicto de
Beaulieu por Enrique en 1576, entre otros el poder acceder a puestos
públicos, poder practicar su culto públicamente, excepto en París,
y tener representantes en el Parlamento. Pero finalmente tuvo que
retirar este edicto.
Por otro lado Enrique de
Navarra , primo del francés, al morir el duque de Anjou, Francisco,
hermano de Enrique en una expedición a Holanda en 1884, también se
convierte en presunto heredero de la corona . Enrique de Navarra era
hugonote, pero había cambiado de bando en varias ocasiones según
las conveniencias políticas. Así no hubo problema para unir sus
fuerzas a las de Enrique , el francés, en contra de Enrique de
Guisa, la llamada guerra de los tres Enriques, a ellos habría que
unir la ayuda prestada por el rey español Felipe II al de
Guisa.(tratado de Joinvil)
En 1588 las fuerzas de
Guisa ponen cerco a París, Enrique III acantonó en los barrios de
Saint Denis y Saint Martin a 4000 suizos, el de Guisa exige al rey
que restablezca la inquisición y la expulsión de los borbones ,
protestantes, ademas de acaparar todos los cargos para sus
partidarios. Enrique tiene que huir al Louvre y finalmente
refugiarse en Chartres.
El rey convoca Estados
Generales en Blois que optan por la unidad religiosa , por tanto
por la guerra contra los hugonotes, era también un ataque contra la
autoridad real por unos Estados Generales elegidos bajo la influencia
de la Santa Liga. Enrique III tiene que plegarse, pero planea el
asesinato del de Guisa.
Pero no era un rey
popular, sus supuestas costumbres depravadas eran la comidilla de
todas las reuniones y eran cantadas en coplillas populares. Le
gustaba rodearse de efebos y tenía reacciones mas propias de una
mujer, se paseaba por París con algunos de sus amantes con los
labios pintados y vestidos de mujer. De todas formas hay que decir
que estas acusaciones son cuestionadas por varios historiadores y que
no existen fuentes fidedignas según las cuales se pueda asegurar que
Enrique era exclusivamente homosexual, de hecho se le conocen varias
amantes , así lo confirman autores contemporáneos.
La principal fuente a
partir de la cual se le señala como persona afeminada, cruel y
viciosa es un panfleto de el embajador de Saboya publicado en 1586, a
partir de aquí este y otros documentos donde se relatan costumbres
escandalosas es utilizado tanto por los miembros de la Liga para
justificar su levantamiento, como por hugonotes y cortesanos
descontentos.
Todos estos panfletos
pueden formar parte de una campaña de descrédito que al parecer dio
su fruto entre el pueblo.
El caso es que al
convocar Estados Generales invita al duque de Guisa. Sus amigos
temen una trampa y le piden que no vaya, pero este se niega a
escucharles y esto le costó la vida. El rey reúne a su consejo y se
rodea de los 45, su guardia personal, de total confianza, y les
encomienda el asesinato de Guisa. Cuando este llega es conducido al
gabinete real y allí es cosido a puñaladas y perseguido hasta las
escaleras dándole muerte. Su hermano, el cardenal Guisa, contempla
horrorizado la escena y es detenido, su condición de religioso no le
sirve para salvarse y al día siguiente es ejecutado. Todo esto
ocurre los días 23 y 24 de diciembre de 1588.
Enrique satisfecho de su
crimen se dirige a ver a su madre, Catalina de Medicis,a quien
moribunda en la cama, le cuenta su hazaña. Esta le reprende con su
último consejo: “no todo es cortar, hijo mio, también hay que
recoser”. Poco después muere. La noticia del asesinato de los
hermanos Guisa indigna a los católicos, el Papa le excomulga y
finalmente Enrique recurre al de navarra que manda un ejercito
protestante, unido al ejercito del rey francés ponen una vez mas
cerco a París.
Enrique III lejos de
seguir el consejo de su madre e intentar apaciguar llega a afirmar
que París necesita otra noche de San Bartolome , pero esta vez al
revés, es decir , con la matanza de católicos. A la duquesa de
Montpensier,hermana de los asesinados Guisa,, duquesa de Montpensier
por su matrimonio con Luis II de Borbon, la escribe diciéndole que
en cuanto entre en París la hará quemar viva. Enrique la llama la
coja , por su defecto físico, y esta le llama sodomita, por sus
inclinaciones sexuales.
Los dos Enrique, el de
Navarra y el francés , ponen cerco a París, todo esta preparado
para el asalto final. Y es en este momento cuando aparece la figura
del fraile Jacques Clement, el regicida.
En la mañana del 30 de
julio de 1589 el fraile jacobino Jacques Clement se puso en camino
con la intención de cometer el magnicidio. Sobre este fraile se han
escrito cosas contradictorias pero lo cierto es que las personas que
le conocieron directamente dan de el una imagen de persona fácilmente
manipulable, le califican como tonto y le acusan incluso de
libertino. El padre Bourgoing, prior del convento en el que estaba le
tilda de torpe, idiota, aunque después del crimen le consideró
prácticamente un mártir por haber dado muerte al tirano. Igualmente
el Hermano Mergey durante el proceso dijo que cuando hablaba parecía
un loco y todos se reían de el.
Por contra otros le
consideran un fraile de gran probidad , y lo cierto es que esa imagen
negativa de el no cuadra con su astucia para llegar hasta el rey y
cometer el asesinato.
El caso es que el fraile
consiguió pasar la barrera de soldados que sitiaban París enseñando
unas cartas que llevaba del presidente Harley , prisionero en la
Bastilla y muy allegado al monarca, y un pasaporte del conde de
Brienne, prisionero en el Louvre. Con estos documentos fue conducido
a presencia del procurador general, M de la Guesle a quien dijo que
tenía un mensaje urgente para el rey. El procurador le llevó a su
propia casa donde pasó la noche.
Al día siguiente fue
conducido a presencia del rey el cual se encontraba en ese momento
con el señor de Bellegarde. Una vez en la cámara junto con de la
Guesle, le son entregados al rey los documentos. Clement le dice al
rey después de haberlos leído que debe darle un mensaje solo a el,
en ese momento de la Guesle y Bellegarde se retiran un poco mientras
el fraile se acerca al rey, este acerca su cabeza para escuchar el
supuesto mensaje y es el momento que aprovecha el fraile para sacar
el cuchillo y asestar una puñalada en el vientre del rey.
El rey sorprendido se
arranca el cuchillo y golpea a Clement en la cara al tiempo que
grita: “maldito monje , me habéis matado”. Inmediatamente de la
Guesle y Bellegarde se abalanzan sobre el asesino y le sujetan , pero
los soldados que se encuentran en la puerta al oír los gritos entran
y le cosen a puñaladas.
El rey solo sobrevivió
un día y en ese tiempo recibió a su aliado Enrique de Navarra e
hizo jurar a sus fieles que acatarían a Enrique como nuevo rey, al
tiempo que recomendaba a este cambiar de religión, consejo que el de Navarra siguió (“París bien vale una misa”).
Durante el proceso
instruido por el cardenal Richelie se condeno como cómplices al
padre Bourgoing y al hermano Michel Mergey. El primero murió
descuartizado por cuatro caballos que le arrancaron las extremidades
, el segundo fue ahorcado. Sin embargo la duquesa de Montpensier se
libro por que el nuevo rey pensó en las consecuencias políticas que
podía traer su condena, a pesar de que es muy probable que el
magnicidio fuese fruto de un complot en el que ella estaría
implicada. De hecho al conocer el crimen lo celebro vistiendo de
verde, que era la librea de los locos, repartió bandas y pañuelos
de ese color como signo de alegría y júbilo y trajo a la madre de
Clement a la cual agasajó , pagó una compensación económica por
la muerte de su hijo y la presentó como la madre de un mártir.
Con la muerte de Enrique
III se acaba la dinastía Valois y empiezan los Borbones con su
sucesor, que por cierto también fue asesinado años mas tarde , pero
esa ya es otra historia que conté en su momento y que podéis leer AQUÍ .
Madre mía, la que liaron para Navidad.
ResponderEliminarEso sí, antes no se andaban con diplomacias, la mayoría de las veces, tú me caes mal, a tomar por saco tú, así de claro.
Deberíamos aprender algunas de estas cosas y olvidar otras :)
Un abrazo guerrillero de la verdad.
Enrique de Navarra, como que iba al sol que más calentaba no?
ResponderEliminarY en cuanto a lo demás, el caso era matarles a puñaladas si jajaja, mira que esto daría para una novela, me estoy pensando que la que estoy haciendo ahora, la voy a meter de historia esto jajajaa, al rey por ahí con pintalabios jajajaja.
Un besazo.
Pues acabo de terminar de leer un libro que se llama "Viaje por las mentiras de la historia universal" de Santiago Tarin. Son todos casos reales de distintos fraudes y mentiras demostradas en temas de historia, ciencia, arte etc, algunos son casos muy conocidos, pero otros no , y creo que muchos darían para escribir una novela. Un abrazo compañeros
ResponderEliminarTomo nota del libro, Miguel Angel. Pero muy buen artículo el que has compartido, y nos muestra que la "sangre real" es una real vergüenza (por no decir algo más drástico) Me pregunto si a estos reyes también se les daba por cazar elefantes, osos embriagados y toda clase de pobres animales que tenían la mala suerte cruzarse en sus "caminos reales".... Sinceramente: ¡ que raza podrida la "RAZA" REAL! ("sangre azul" que le llaman y será por la falta de oxígeno en la sangre....)
ResponderEliminarAbrazos.
Gracias Mabel, pues si , la caza era y es una de las aficciones preferidas de los monarcas.Para encontrar un rey ecologista hay que buscar mucho, en España que yo sepa solo hubo un rey que prohibió las corridas de toros por crueles, no recuerdo ahora mismo cual fue. El caso es que como ves no duró y ahora hasta nos lo meten por la televisión en horario de tarde, luego se escandalizan si sale una mujer con el pecho al aire en una película, pero no si sale un descerebrado torturando a un toro en una plaza.
ResponderEliminarUn abrazo Mabel.
No tuvieron suerte los últimos Valois, hermanos de Francisco I, todos fallecidos por raras enfermedades o asesinados, como este Enrique III, que por cierto, siendo rey de Polonia, abandono el país, para ser rey de Francia, pero llevándose consigo las joyas de la Corona polaca.
ResponderEliminarEstupendo artículo amigo.