Como dice el refrán: “entre col y col una lechuga”. Así hoy voy a empezar una nueva etiqueta en mi blog con relatos , algunos reales , otros ficticios. Y la historia con la que empiezo es verídica , aunque parece el argumento sacado de algún libro o película de terror ( de hecho se realizo una película basada en estos sucesos: “La ultima confesión Alexander Pearce”)
Sin mas preámbulos paso a contárosla , veréis que a veces la realidad supera a la ficción. Estamos en Irlanda a principios del siglo XIX. Por aquella época Irlanda vivía una difícil situación (como lo hace hoy por cierto , aunque por causas distintas) , una serie de malas cosechas provocan lo que se conoció como la crisis de la patata que causo la muerte y el éxodo a Estados Unidos de la mitad de la población. Las hambrunas y la pobreza hace que surjan personajes como nuestro protagonista , Alexander Pearce, que malvive con el producto de pequeños robos. En el año 1819 contaba 29 años y fue apresado cuando intentaba robar 6 pares de zapatos. Las duras leyes británicas le condenaron a 7 años de trabajos forzados en un penal situado en un inhóspito lugar de Australia , colonia que los ingleses trataban de repoblar con reclusos ya que nadie quería emigrar allí.
Este penal estaba situado en un lugar rodeado de ciénagas y aislado por miles de Hectáreas a la redonda sin viviendas ni población alguna. Al cabo de 3 años de condena Alexander y otros 7 reclusos logran escaparse del penal y huyen a través de las inmensas llanuras despobladas. La comida les duro solo una semana y así al fin apareció el hambre. . Uno de los fugados es un bravucón llamado Bronhill y un día se le ocurre decir medio en broma y medio en serio que de seguir así tendrían que comerse a uno de ellos. El caso es que el hambre es cada vez mayor y no encuentran nada . Un día Bronhill con otro de los reclusos, Travers , decide para a la acción y eligen como victima a Dalton , el cual estaba en la cárcel por chivato , uno de los peores delitos entre los reclusos. Lo matan entre los dos y a pesar de los reparos iniciales del resto , terminan comiéndoselo.
Días después , al acabarse la “comida”, se fijan en otros dos compañeros como próximas victimas para el sacrificio. Pero estas se percatan y huyen perseguidos por los otros cinco. Al final consiguen escapar y llegan a un pueblo días después exhaustos por el hambre y la fatiga donde fallecen. Por su parte Bronhill elige a otro de los compañeros , pero al descargar el hachazo solamente queda malherido , así pide que le dejen rezar una ultima plegaria , se lo conceden y después le rematan y se lo comen.
A continuación Bronhill y Travers que han acabado desconfiando el uno del otro se enzarzan en una discusión como resultado de la cual el primero mata a Travers que una vez mas sirve de alimento a los que quedan .Finalmente después de matar a otro de los compañeros quedan solamente Bronhill y Alexander , naturalmente ambos están alerta y vigilantes el uno del otro, hasta que en un descuido vencido por el sueño Bronhill queda adormilado un momento que es aprovechado por Alexander para arrebatarle el hacha y matarle, Naturalmente no iba a desperdiciar el cadáver, se lo come.
Después de un tiempo Alexander encuentra a un pastor y al fin puede comer otra carne que no sea humana , pero finalmente es apresado por la policía y devuelto al penal.
Corrían rumores sobre lo ocurrido durante la fuga , pero nada se podía demostrar ya que los otros 7 fugados estaban muertos . Así en esta ocasión a Alexander no le paso nada , pero en 1823 , al poco de regresar al penal , se fuga de nuevo,en este caso lo hace acompañado por otro recluso.
No sabemos si por hambre o por que ya le había tomado gusto , el caso es que mata y se come a su compañero de fuga . En esta ocasión la policía le descubre y después de un juicio es condenado a muerte siendo decapitado en 1824.
Su calavera esta expuesta en la Academia de Ciencias Naturales de Filadelfia desde 1850.
Si queréis escuchar este relato y otros contado por Juan Antonio Cebrian en el programa de Onda Cero “la rosa de los vientos” os dejo el enlace aqui .Este pertenece a la colección de “Pasajes del Terror” , muy amenos y espeluznantes.
Si hubieran sido vegetarianos se acababan los problemas, a lo sumo se habrían muerto de hambre, pero no se hubieran convertidos en caníbales.
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(Los horrores del Homo Sapiens Sapiens)
Un abrazo, amigo
Mabel , lo malo no es ya que recurrieran a la antropofagia , sino que asesinasen a sus compañeros para comer,Recordaras el famoso caso del avion chuleno que cayo en la cordillera de los Andes, para sobrevivir se alimentaron con los cadaveres de susu compañeros fallecidos, pero no mataron a nadie. Se escribio un libro y se filmo una pelicula muy buena , no se si la has visto.
ResponderEliminarEl caso es que como contaron despues algunos les costo mucho decidirse por escrupulos religiosos.Debio ser una situacion terrible.
Un abrazo Mabel( gracias por los powerpoint,muy bonitos)